sábado, 26 de septiembre de 2009

Ma chambre a Paris

Una antigua habitacion de sirvienta, minuscula y casi miserable. A 20 minutos a pie de la facultad. Sin cocina, sin cuarto de bano propio, sin companeros de piso francofonos, sin calefaccion... Todo por 350 euros al mes...

Pero esta al lado de Montmartre: desde la ventana, se ve asomar la cuspide blanca. En un barrio lleno de actores. Y ya casi es mia...

Cualquier parecido con el sueno ha sido fruto de una milagrosa coincidencia. Afortunadamente...

martes, 9 de junio de 2009

UNO. GOTAS MATINALES.

Se esparcía un murmullo de fuente ajena en la mañana dorada, espléndida de temores empequeñecidos. Ni se mantuvo ni prosiguió, tan sólo calló, rodando, la cuesta de los minutos intactos de pasos, pensados, meditados, asumidos, imaginados, presentidos, deseados. Muertos.

Porque el tiempo pasaba y los pasos nuevos estaban muertos. ¿Y el murmullo? Perdido en algún rincón del trajinar interno.

Se levantó. Nuevo galope hacia no sabía dónde. Quizás una esquina escondía una nueva puerta. Quizás sólo el anhelo de que de repente una idea...

Galope tierno, hacia atrás, de tortuga ensimismada. Se te rompieron las patitas y caíste. De bruces. Otra vez la oscuridad de tu caparazoncito de hiedra muerta, podrida y nauseabunda, maloliente; de algas viscosas como la alfombra de un lago ensombrecido.

Y se volvió a sentar, pensando. Por qué aquel murmullo, aunque débil, no cesaba nunca. Por qué el respirar marcado siempre por una cadena a ratos permisiva.

Rumba tarumba me llevas hacia la tumba de tus catacumbas. Canciones deshilachadas en bestias de metal que se limpian las comisuras de sustancias vaporosas, blanquecinas, grisáceas, tóxicas, irrespirables.

No tosáis en mi boca vuestras conversaciones delirantes. No me miréis con los ojos del cuello. No desviéis mi día hacia

El suelo manchado de lluvia. Chapotean. Ancas de rana infrahumana aprisionadas en botas de caucho. Dedos de agua mutilados que se caen sobre la acera. Losas perdidas en los dibujos que se asemejan a sus surcos; arcoiris descomunales sobre el lodo en la boca de los portales. Flores absorbentes, hambrientas, husmeantes, humeantes, dementes.

Y volvió a ponerse en pie. Tan sólo un paraguas rosáceo como los dientes de un caracol. Un paraguas que giraba, que bailaba, que se contoneaba. Las calles son caminos plateados retorcidos, enigmatizados; resuellos en labios paseantes y estridentes.

Fue siguiendo la sombra embadurnada de una estela danzarina.

Revolución

Sólo encuentro mi sentido en la lucha.

Me excita. Tomar a la serpiente en mi mano y ver cómo su silbido ennegrece la piedra con un grito.

Plasmarnos. Desde el vientre acuchillar la mordaza, desatar la cuerda.

Sentirnos. Leernos las almas sin pronunciar palabra.

Pelearnos. Fuerte unión que aniquila oscuridades ajenas.

Desnudarnos. De ropajes férreos oxidados.

Siempre os tuve dentro de mí. En imaginación y presentimiento. Ahora SOIS.

Compañeras: alzaos, destruyamos.

El muro que nos separa y enmudece.

Y sembremos. LIBERTAD.

Y florezcamos.

Yo, quejica

Siempre en este punto, en el mismo punto, aburrido, desgastado, con los mismos remolinos que se repiten.

Hace tiempo que siento que mi vida es un continuo fracaso en el que no avanzo.

Hace años que me siento impotente, débil, incapaz, estancada.

Ya es un vicio la oscuridad que se mantiene, trémula, en el idéntico techo que rebosa sobre mi cama; rebosa de recuerdos malformados, caras parturientas de quejidos en eco, fatigas en los pasos aún inexistentes.

Se perdió el día en que empecé a sentirme estatua enmudecida. Se perdió el adiós al dolor, asumido ya, inagotable, intransigente, mientras veo cómo mi vida se escapa acuchillada de reproches.

Y busco una salida. En vano.

Las cicatrices. Intactas. A veces, verbalizaciones cerradas. Otras, pequeños enanos impotentes ante el torrente. Siempre acechantes, espectantes.

Y yo me pierdo, rumoreo, me quiebro en la lucha que aún no he sido capaz de iniciar con firmeza y destreza.

Las horas muertas se burlan de mi afán de estoicismo. Y el fracaso sigue abriendo sus fauces, engullendo mi cuerpo, dándome la bienvenida a este maldito Eterno Retorno. De lo mismo.

Siempre los mismos ecos de las mismas vivencias en el mismo techo de la misma habitación de la misma vida en la misma ciudad que acompasa el mismo vals mortecino día tras día.

Y ahora, tras escribir, me siento mejor. Soy una jodida mentirosa.

lunes, 27 de abril de 2009

Ya no tengo miedo. De vivir, de sentir, de esperar, de amar, de escribir. De fracasar. Ya no hay ideas, sólo corazón. Ya no hay juicios; sólo intensidad.

Y esta vez lo digo de verdad.

La incertidumbre es un tobogán por el que deslizarse indefinidamente.

Métodos, horarios, rutinas, prejuicios... dejémoslo para los cobardes. Yo quiero ser siempre llama.

Éxito, renombre, reconocimiento a una vida de sacrificios... obtengan su premio los vanidosos. Yo quiero ser siempre llama.

Comodidad, seguridad, confort... a los aburridos se lo otorgo. Yo quiero ser siempre llama.

Y arder en mi propio centro. Morir y renacer. Cada día. Y no saber jamás. Lo que ocurrirá mañana.

Yo quiero ser siempre llama.

lunes, 13 de abril de 2009

Es una conceptualización enfermiza que da pie al vacío y la ansiedad. Confundir querer con deber poseer.

Acepto ya que quiero y que jamás poseeré. Melancolía, pero paz por fin.

Se repite incansable, en tío vivo llameante, la última ocasión, como un bálsamo doloroso.

martes, 7 de abril de 2009

Bon dia

Bon dia, ningú m'ho ha demanat però fa un bon dia. Damunt dels caps un sol bén insolent, que il·lumina descarat tot l'espectacle de la gent.

Llevar-se al dematí, com als tretze anys, amb les butxaques de la son plenes d'esperança. La vida és llibertat i somriure, una eterna rebeldia contra les imposicions. Rient s'enfonsaven els ordres aleshores; rient s'enfonsaràn a partir d'ara.

No puc creure ni mitja paraula dels que ploren per no tenir imaginació. Per a mi és el pilar de la meva existència.

T'he guardat sempre al meu cor, petita C, i allà has esperat fins que t'he pogut tornar a trobar. I ara no et penso deixar anar la mà mai més.

No et creguis les veus grises que defineixen la vida... s'han cregut una mentida que fa massa por